Elaboración del huerto en el IES Ornia, el compostaje y cómo realizarlo.
Estimado
lector;
En
este artículo nos gustaría enseñarte un poco sobre el mundo del compostaje, sus
beneficios y cómo realizar una compostadora casera para tu huerto o terreno,
para ello te enseñaremos algunos conceptos que debes saber como son: qué es una
compostadora, qué es el compost, la diferencia entre compostaje y pudrición/
putrefacción, para finalizar te contaremos el proceso de cómo hemos realizado
nuestra compostadora en el IES Ornia de la Bañeza y te enseñaremos cómo
utilizarla diferenciando los alimentos que se pueden y los que no se pueden
compostar.
Lo
primero que debes conocer es que es una compostadora y para qué sirve el
compost.
¿Qué es una compostadora?
Un
compostador o compostadora es un recipiente o depósito con las
características adecuadas para realizar la práctica del compostaje, es decir,
la transformación de los residuos orgánicos en compost, a nivel
doméstico.
En
el mercado existen numerosos modelos de distintas capacidades y formas.
Normalmente están fabricados en plástico, pero también los hay de madera e
incluso metálicos, si bien los de plástico son los más recomendables, ya que el
plástico no es biodegradable y resiste mejor el paso del tiempo, es por ello
que nosotros hemos tomado esta opción.
¿Qué es y para qué sirve
el compost?
El compost o la composta es un producto obtenido a partir de diferentes materiales de origen orgánico, es decir naturales, los cuales son sometidos a un proceso biológico controlado de descomposición denominado compostaje. Posee un aspecto terroso, libre de olores y de patógenos (bacterias nocivas), es empleado como sustituto parcial o total de abonos y fertilizantes orgánicos o químicos. El término deriva del latín compositus el cual significa «poner junto».
El
compost se usa en agricultura regenerativa, en permacultura y en técnicas de
cultivo similares que defienden mantener el suelo intacto y protegido con el
fin de mantener en buen estado los microorganismos y hongos del suelo. Estos
ayudan de forma simbiótica a las plantas sin necesidad de aportar abonos o
fertilizantes puesto que la materia orgánica aportada en el proceso de
compostaje va nutriendo a los microorganismos y estos van alimentando
lentamente a las plantas a lo largo de su ciclo vital.
¿Qué seres vivos nos
ayudan a realizar el compost?
A
simple vista podemos observar las lombrices de tierra, hormigas, caracoles,
babosas, milpiés, cochinillas de humedad, etc., que consumen y degradan la
materia orgánica.
A nivel microscópico, los principales microorganismos incluyen bacterias mesófilas como Escherichia coli y Pseudomonas spp., que descomponen azúcares y proteínas a bajas temperaturas. Durante la fase termófila, destacan bacterias como Bacillus subtilis, Thermomonospora spp. y Clostridium spp., que actúan a temperaturas elevadas, descomponiendo materiales complejos como proteínas, lignina y celulosa. También juegan un rol importante las actinobacterias, como Streptomyces spp., que descomponen celulosa y quitina. Además, hongos como Aspergillus spp. y Trichoderma spp. ayudan a descomponer material vegetal, mientras que protozoos y nematodos, como Acanthamoeba spp. y Caenorhabditis elegans, consumen bacterias y facilitan la liberación de nutrientes, acelerando la mineralización del compost. Todos estos microorganismos colaboran para transformar los residuos orgánicos en compost nutritivo
El proceso de elaboración
de la compostadora en nuestro instituto
En
primer lugar, el equipo de huerto del IES Ornia buscamos materiales; revisamos
algo de información y decidimos que utilizaríamos material plástico para la
elaboración de la compostadora, ya que la degradación del material es mucho
menor que si usásemos madera, además reciclamos una rueda pinchada, cortándola
de forma horizontal para que fuese una tapa.
¡La
importancia de los agujeros!
Toda
compostera debe de tener acceso al aire, para mantener los organismos
oxigenados y evitar la pudrición y putrefacción de la materia.
El
proceso de compostaje es un proceso aeróbico,
es decir, debe tener presencia de oxígeno y, por tanto, ¡debemos hacer agujeros!,
es un proceso lento y ordenado y se nutre de restos de plantas y alimentos sin
generar malos olores.
La
pudrición y la putrefacción sin embargo, son procesos anaeróbicos, se producen
en ausencia de oxígeno, se producen por
hongos y bacterias generando malos olores, normalmente involucra gran cantidad
de proteínas como restos cárnicos, en el caso de la pudrición genera compuestos
tóxicos como el amoniaco o sulfuro de hidrógeno, pero estos procesos no debería
de suceder en nuestra compostadora ya que no utilizaremos ese tipo de alimentos
para alimentarla.
Por ello, con un
taladro agujereamos de forma uniforme toda la compostera, respetando siempre
los mismos centímetros de separación, aproximadamente 12-15 cm en la misma
horizontal, trazando líneas de agujeros con una diferencia de 10 cm de altura
entre ellas.
Además, le abrimos una boca o entrada en un lateral para poder descargar el compost, una vez esté generado, para ello utilizamos una caladora.
Para
la realización de la tapa, utilizamos un neumático reutilizado, cortándolo de
forma horizontal, además utilizamos una tapa de madera, la cual forramos con un
plástico duro gracias a grapas de alta fuerza, para evitar que la madera se
deteriorase con rapidez, debido a la humedad y el clima.
Las partes de nuestra compostadora son las siguientes:
Este fue el resultado, la compostadora debe estar en contacto con la tierra para que los propios microorganismos y lombrices puedan subir a través de ella, por lo que en su parte inferior tuvimos que hacer otro agujero con la caladora.
Por
último, decidimos un lugar de fácil acceso en el patio, pero retirado del paso
incesante de balones o juegos de niños. Allí la puedes
encontrar.
¡¡Recuerda que no se puede ni se debe compostar todo tipo
de alimentos!!, por eso os recordamos que tipo de
alimentos SÍ son aptos para compostar y cuales NO: